viernes, 22 de octubre de 2010

3.5. Juventudes Socialistas. ¡ en pie ! (Alternativa de los socialistas de Aragón).

Viene de 3.4. Compromiso socialista por Aragón.



Política para la legislatura 2008-2012:

1º) Liderada por Juventudes y genuinamente socialista.


2º) Partido y juventudes. En los distintos niveles de la Administración, mejor coordinación con los compañeros que en las instituciones ejecutan política de juventud.


3º) El partido no debe tener ningún recelo de las Juventudes Socialistas, sino al contrario, una gran alegría por esa unidad de acción, se desarrolle donde se desarrolle, debe tener ese objetivo de unidad PSOE-JJ.SS, y no debe plantearse ningún intento, de suplantar o domesticar a las Juventudes.


4º) El inquebrantable compromiso de las Juventudes con el partido y con los gobiernos socialistas municipales, provinciales, autonómicos y felizmente nacional, debe ser reconocido. Reivindicando la autonomía que Juventudes como organización tiene, y con esa lealtad máxima que siempre ha tenido con el partido.


5º) Nuestro partido afortunadamente comprende que sus juventudes necesitan autonomía, y que puede comprometer o pudiera comprometer su papel histórico fundamental al pedirles que actuaran en funciones de lógica que solo son explicables desde los estados, pero no lo son para la juventud desde sus legítimas aspiraciones.
La lógica política de los gobiernos no puede ser siempre la lógica política de las organizaciones juveniles, cuyo papel es luchar por la radicalidad bien entendida, sin los condicionamientos a los que están sometidos los gobiernos.

6º) Nuestro proyecto, el proyecto socialista, el proyecto de transformación de la sociedad a través de la profundización paulatina y constante de la democracia y sus instituciones, solo será posible si somos capaces de integrar en él a la mayoría de los sectores sociales.

7º) La sociedad es plural y el socialismo que se caracteriza por su pluralidad, no puede presentarse a la sociedad por un todo monolítico. Reconocer el esfuerzo de Juventudes por intentar aportar en lo posible la integración de la juventud en el proyecto histórico de los socialistas. Pero hay que decir también que juventudes es la organización juvenil del PSOE, ellos se sienten orgullosos de serlo y por ello nuestro trabajo como partido debe ser una parte más y no una parte contradictoria sino todo lo contrario, una parte complementaria de Juventudes.

8º) Sabemos también que la única garantía que tiene nuestro país, que tienen los jóvenes es la conquista del gobierno por parte de los socialistas, y en este sentido no se va ahorrar ni un solo esfuerzo para ello, para resolver cada día, los problemas de esta sociedad. Hay que sentar las bases de un trabajo futuro en el cual se incremente la cooperación entre el Partido y sus Juventudes para trabajar en el marco de la juventud, y los sectores sociales a los que nosotros nos dirigimos. La mejor base, colocar de cabeceras de lista al Congreso de los diputados (nº 1 por Zaragoza, Huesca y Teruel a un representante de las Juventudes Socialistas), ésta organización ha sido motor de cambio en el partido en Aragón, y su esfuerzo y su LUCHA, han permitido que otros usufructen su trabajo, llega el momento, de devolver el protagonismo a las personas que dieron su JUVENTUD, por el partido.

3.6. ¿Sindicalismo puede ser neutral?

El sistema norteamericano (capitalismo financiero), siempre ha tenido una obsesión, que los sindicatos de clase europeos, llegaran a triunfar y sirvan de modelo político exportable a otros países, fundamentalmente el Tercer Mundo. El sindicalismo de clase europeo, ha sido siempre una grave preocupación para las clases dirigentes del “stablisment”, para ellos los sindicalistas “son el enemigo interior”, más que la competencia, a partir de 1917 (triunfo de Lenin), y la unión partido-sindicato, que socialistas y comunistas occidentales de Europa, conformaron en el siglo XX. Tras el giro económico-liberal, de los gobiernos socialistas europeos, se recomienda que los sindicatos, sean “neutrales” con los gobiernos. Esta neutralidad, socava los cimientos del movimiento obrero, que es anticapitalista “per sé”. A cambio se ofrece a los sindicatos, una prosperidad engañosa: buena imagen de sus líderes ante la opinión pública (vía medios de comunicación), resaltar sus triunfos, vía firmas de convenios, y unos pingües beneficios económicos, por la vía de subvenciones administrativas en cursillos de formación, que a su vez permite una legión de militantes-liberados, que son retirados de los centros de trabajo (vía excedencias), y que incluso permite decir, que el “movimiento obrero”, ha triunfado, pues aquellos que “no molesten”, pueden ser incluso cargos públicos, tanto diputados, como senadores, cargos autonómicos y alcaldes o concejales, (algunos molestos entran via excepción). La neutralidad política, favorece “las carreras sindicales” y un desembarco de cuadros obreros, procedentes de los comités y secciones sindicales de las grandes empresas, que ofrecen un modelo de seguridad y éxito (pues firman convenios que afectan a miles de trabajadores), experiencia en lucha obrera (pues hacen huelgas reivindicativas), estabilidad en el empleo (las plantillas son fijas), beneficios económicos dentro (sus salarios están por encima de otros Convenios), y fuera de la empresa (pues su permanencia repercute en toda la sociedad), y sobre todo generan confianza, derivada de su capacidad de negociación, con su indiscutible representatividad (ganan las elecciones, pasando por las urnas) y liderazgo, en definitiva resuelven los problemas de los trabajadores. Siendo esto cierto y beneficioso, “el sindicalismo posible” (status quo), tiene graves riesgos.
Convierte al sindicalismo en “rehén”, de las multinacionales y los grandes grupos empresariales nacionales, y además cierra los sindicatos al trabajar “solo en las empresas”, de tal forma, que más allá de un manifiesto el 1º de Mayo, o manifestaciones en situaciones excepcionales, su trabajo político se cierra a meras aportaciones, a los programas electorales, pero se pierde su capacidad de organización, y movilización obrera en un cambio real, dentro de los partidos socialistas, y su influencia política es anecdótica. Esta influyente corriente ideológica, procede del modelo sindical americano, y su definitiva implantación arruina la cultura política y la base social de los socialistas. Por eso, es un arma de doble filo, que sabiendo utilizarla en beneficio del conjunto de los trabajadores, se convierte en una oportunidad. En Aragón, el partido socialista tiene una enorme responsabilidad, pues las relaciones entre los dirigentes del partido y los cuadros sindicales, no han sido nunca fluidas. La relación PSOE-UGT, (ahora también CCOO) en Aragón, requiere una dirección del partido, cercana a los problemas diarios, y que se interese por los trabajadores, interlocutores son sus representantes sindicales, a los cuáles, el partido debe mimar, abrir sus sedes, invitarles a intercambiar experiencias, y conversar “entre compañeros”, superando y enterrando los“fantasmas del pasado”, porque dañan gravemente nuestro desarrollo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario