sábado, 18 de julio de 2009

Economía.
El presidente del ICO advierte de que tras pasar lo peor, la recuperación en España será "más compleja
".

Afirma que "el talante de Estados Unidos para afrontar la crisis ha sido mejor que el de Europa"

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Aurelio Martínez Estévez, presidente del Instituto de Crédito Oficial del Ministerio de Economía y Hacienda (ICO), advirtió hoy de que, tras haber tocado ya fondo, en España la recuperación será "compleja", ya que aproximadamente el 70 por ciento de todo el crédito concedido en 2008 se concentra en la construcción y las hipotecas, dos sectores "arriesgados" en los que la morosidad es muy alta.
Según Martínez, los indicadores señalan que "lo peor de la crisis ya ha pasado", lo cual no quiere decir que en el futuro próximo no vaya a dar "coletazos" que afecten especialmente a algunos mercados.
Así lo afirmó hoy en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de La Laguna, durante la conferencia "Dos años de crisis financiera internacional: ¿dónde estamos?".
A juicio de Martínez "el talante de Estados Unidos para afrontar la actual situación económica ha sido mejor que en Europa", lo cual es lógico, ya que "el epicentro de la crisis" está ahí.
Para el ponente, esta respuesta americana se debe a que la crisis afecta a la totalidad de su sistema financiero, hasta el punto de que "no hay ni una sola entidad estadounidense" que no esté tocada. Por ello, la respuesta en EE.UU. ha sido más "agresiva", tanto por la necesidad de actuar más acuciante que tenía el país, como por la unidad de criterios mostrada.
En Europa esta unidad resulta más compleja, pues hay que poner de acuerdo a todos los estados, según indicó. A raíz de la crisis, se ha suscitado el debate acerca de la necesidad de aumentar y mejorar los mecanismos de regulación y control de la economía. Curiosamente, tanto Estados Unidos como Inglaterra son reticentes a esta opción, ya que, según Martínez, con el sistema financiero menos regulado que ha habido hasta ahora "les vino muy bien", a pesar de las consecuencias que ha acarreado.
Martínez inició su intervención ofreciendo varios rasgos que caracterizan a esta crisis. El principal es la contracción del crédito mundial, ya que se ha pasado de unas tasas de crecimiento de 30 por ciento a un -7 por ciento en año y medio. "Lo único que hace la economía es ajustar los excesos de crédito anteriores. Los agentes económicos a nivel mundial se han endeudado excesivamente, lo cual se denomina apalancamiento, y ahora hay que reducirlo, porque esos excesos se pagan".
A su juicio, se está produciendo una lenta normalización de los mercados, "pero los precios vigentes de 2000 a 2007 no van a volver, aunque tampoco era normal lo anterior". Se va a producir un ajuste de la valoración de los productos financieros, o "repricing" en función de su riesgo. Por ejemplo, antes de julio de 2007 los bonos oficiales alemanes y españoles tenían un valor casi igualado, pero ahora el español debe pagar más que el alemán, considerado más seguro.
Un problema de esta situación es que se regionalizan los mercados. "El mundo financiero era globalizado, pero ahora se colocan las emisiones en los mercados donde se conoce más a las entidades: el ICO antes vendía en Asia, ahora mucho menos; el Santander casi todo en España, y apenas el 2 por ciento fuera de Europa", ejemplificó.
ACTIVOS TÓXICOS, IGUAL A MOROSIDAD.
Además, el número de "activos tóxicos" no ha parado de crecer, y no va a dejar de hacerlo en los próximos seis meses. Circulan cuatro billones de activos tóxicos, equivalentes al 8 por ciento del PIB del mundo, "y creciendo". En este punto, reflexionó sobre cómo el lenguaje a veces maquilla la realidad, en referencia a que el término tan aireado de "activos tóxicos" se refiere, básicamente, a la morosidad.
Las políticas monetarias ya han agotado todo su margen de actuación: ya se no se pueden bajar más los tipos de interés y se ha hecho lo posible para inyectar liquidez al sistema. "Pero no se ha traducido en aumento de los créditos, porque las entidades financieras tienen aversión al riesgo y no los conceden".
También se han tomado medidas poco ortodoxas, que hasta hace unos meses eran desaconsejadas. Así, los bancos centrales han llegado a comprar bonos privados, o se han nacionalizado bancos. "Ello conlleva problemas: ¿qué activos deben comprarse? Estamos entrando en un terreno que en un año producirá incertidumbre".
LA BANCA TAMBIÉN TIENE QUE HACER AUTOCRÍTICA.
En esta coyuntura, el ICO ha desarrollado una serie de medidas que, en la medida de sus posibilidades, ha ayudado a paliar la situación. Curiosamente, esta institución era considerada "un dinosaurio condenado a la extinción", que había ido perdiendo importancia en la última década, hasta que en 2006 se decidió relanzarlo.
Ello ha sido gracias a la colaboración de las entidades financieras, que colocan en el mercado los productos del ICO, pues éste no tiene red de oficinas propia. "Por ello", reflexionó, "cuando las entidades se quejan de que alguna de nuestras medidas no se llevan a cabo, la crítica debería ser compartida", pues ellas participan en la gestión.

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