Publicado el 30-08-2009 , por Expansión
Los resultados de las empresas que cotizan en bolsa están sufriendo la recesión, después de cinco años consecutivos -de 2003 a 2007- de beneficios récord. Con un consumo deprimido, con falta de confianza de los consumidores y sin acceso al crédito, el panorama empresarial no puede ser más desalentador.
La crisis está afectando menos a las pequeñas y medianas compañías que están mostrando un mayor dinamismo a la hora de afrontar la crisis. Las grandes, sin embargo, cada vez tienen más dificultades para acceder al mercado de capitales, lo que dificulta la realización de operaciones de desinversión. Esto es lo que explica que las 35 empresas del Ibex hayan reducido sus beneficios un 36% en el primer trimestre, y que cuatro de ellas (Acerinox, Arcelor, Ferrovial e Iberia) hayan sufrido números rojos. ACS fue la empresa que más creció gracias a la venta de su participación en Unión Fenosa, mientras que Sacyr fue la que más redujo sus resultados a causa de las minusvalías en Repsol.
Por contra, las empresas del mercado continuo -sin contar a las del Ibex- han conseguido ganar un 67% más, gracias a los fuertes planes de reestructuración que han puesto en marcha y las ventas de activos realizadas por las inmobiliarias. El peso de las pymes en la bolsa apenas supone un 4,5% del total en beneficios y del 17% en ventas, con lo que los resultados de todas las empresas que cotizan en bolsa (-34%) están muy condicionados por la negativa evolución de las compañías del Ibex.
La situación no va a mejorar en los próximos meses por la atonía del consumo, y desgraciadamente seguro que habrá más empresas que se unan al grupo de las 39 que han registrado pérdidas en el primer semestre.
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