Si el presidente del comité europeo de GM, el alemán Klaus Franz, recibía con demostrada alegría la decisión del gigante automovilístico de vender parte de su filial europea a Magna, los rostros de los representantes sindicales aragoneses no ocultaban ayer la preocupación que esta misma noticia ha despertado en la comunidad. Muy serios y contundentes, el secretario de la sección sindical de UGT en la planta de Figueruelas y miembro del comité de empresa europeo, Pedro Bona, y el secretario general del Metal, Construcción y Afines de UGT-Aragón, Luis Tejedor, explicaron que están a la espera de conocer las condiciones del acuerdo. Pero lanzaron ya algunas advertencias. Bona confió en que Magna haya cambiado el plan industrial presentado el 28 de julio -que suponía reducir la producción y el empleo-. “Si es así, lo analizaremos y lo negociaremos”. En caso contrario, matizó el representante de UGT, “nos posicionaremos rotundamente en contra y además el problema lo va a tener también GM, porque no participaremos ni negociaremos ningún plan de ahorro.
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