miércoles, 12 de agosto de 2009

La tasa de paro de los jóvenes aragoneses duplica la tasa de paro total y alcanza el 30 por ciento


La tasa de paro de los jóvenes aragoneses duplica la tasa de paro toral y alcanza el 30 por ciento, según datos del Servicio de Estudios de Caja Inmaculada (CAI) que ha analizado la situación de los jóvenes en Aragón, España y Europa, con motivo del Día Internacional de la Juventud que se celebra el miércoles 12 de agosto. La actual situación económica ha afectado en mayor medida a los jóvenes y la temporalidad de sus contratos es superior. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), la tasa de paro de los menores de 25 años en Aragón era del 33 por ciento y en España del 38 por ciento, más del doble en ambos casos que la tasa de paro total; por primera vez, en el último año, el número de parados hombres supera al de las mujeres, indica el citado análisis. España es el país de la zona euro con mayor tasa de paro juvenil en el primer trimestre de 2009, y se encuentra muy lejos de la media de los 16 países (19 por ciento); además, en el último año, experimentó uno de los mayores incrementos. En la comunidad autónoma, el paro juvenil se duplicó en términos interanuales, y supuso más del 14 por ciento del total, porcentaje similar al de Huesca y Zaragoza, mientras que en Teruel aumentó hasta el 19 por ciento. Hasta mayo de este año se registraron 40.600 contratos a jóvenes menores de 25 años en España, lo que supone el 23 por ciento del total, cifra que disminuyó considerablemente en Aragón respecto al mismo periodo del año pasado (38 por ciento). Sólo el 9 por ciento de los contratos firmados por jóvenes fueron indefinidos, siendo este tipo de contratación la que mostró una disminución más intensa. Dentro de las contrataciones temporales, los hombres firmaron más de las tres cuartas partes de los contratos de formación; sin embargo, las mujeres predominaban en los contratos en prácticas. Según el Informe de Juventud de España (IJE), que recoge el análisis del Servicio de Estudios de CAI, el 45 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 29 trabaja, el 30 por ciento estudia, el 12 por ciento trabaja y estudia, el 10 por ciento está en paro y el 3 por ciento está en otra situación. Al igual que la formación, el hábitat y el tamaño del municipio condicionan la ocupación de los jóvenes, ya que cuanto más reducido es el municipio más probabilidades tiene el joven de poder trabajar; no obstante, en las zonas rurales los trabajadores jóvenes se concentran en las ocupaciones semi-cualificadas y no cualificadas, mientras que a medida que aumenta el tamaño del municipio y se pasa del ámbito rural al semi-urbano desciende el número de jóvenes en ocupaciones no cualificadas y aumentan los técnicos y profesionales. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera población joven la comprendida entre los 15 y los 24 años; en España representa el 11 por ciento de la población (5.116.000 personas). Según las últimas proyecciones, se prevé que el número de jóvenes disminuya en los próximos años hasta situarse en 4.750.000 en 2018. España es uno de los países de la zona euro donde más ha disminuido la población joven, junto con Portugal y Grecia, mientras que en Chipre y Luxemburgo ha aumentado cerca del 20 por ciento. En Aragón, este segmento de población ha ido reduciéndose en los últimos años por la caída de la tasa de natalidad; los jóvenes representan el 10 por ciento de la población (137.000 personas) frente al 14 por ciento de 1998. Esta disminución se ha producido a pesar del aumento progresivo de la población extranjera en este tramo de edad, que ha pasado en la última década de representar el 0,6 por ciento de la población joven aragonesa al 20 por ciento.
Estudios
España se encuentra a la cola de los países de la Unión Europea con menores tasas de escolarización en estudios secundario(Bachillerato o Ciclos Formativos); además, las tasas disminuyen a medida que avanza la edad de los estudiantes, resalta el estudio de Caja Inmaculada. Al terminar la educación obligatoria, el número de jóvenes que continúan estudiando se reduce; en el curso 2006-2007, el 98 por ciento de jóvenes de 15 años estaban escolarizados, frente al 87 por ciento de los jóvenes de 16 años. Las mujeres estudian más que los hombres; su tasa de escolarización de éstas a los 16 años (91 por ciento) superó en 6 puntos porcentuales la masculina (85 por ciento). Esta diferencia se ampliaba conforme aumentaba la edad de los estudiantes. También destaca el alto índice de abandono educativo temprano. España es uno de los países europeos con mayor porcentaje de población entre 18 y 24 años que no completa la educación secundaria de segunda etapa y no sigue ningún tipo de estudio ni formación; esto provoca que tengan menos probabilidades de encontrar empleo o más precarios. En 2007, nuestro país ocupó el tercer lugar por debajo de Malta y Portugal con mayor abandono educativo temprano, con una tasa del 31 por ciento, el doble de la media europea, siendo superior en los hombres (36 por ciento) que en las mujeres (26 por ciento). En el caso de Aragón, los datos son mejores, ya que la tasa de escolaridad a los 16 años era del 90 por ciento y los estudiantes que abandonan prematuramente los estudios alcanzaba el 27 por ciento. Además, la población de entre 20 y 24 años que había completado al menos el nivel de estudios de segunda etapa era del 61 por ciento, algo superior en Aragón (66 por ciento), frente al 78 por ciento del conjunto de países europeos. El informe de CAI pone de manifiesto que, entre los aspectos que condicionan las decisiones de los jóvenes en cuanto a su formación post-obligatoria, destacan los estudios de los padres: el 47 por ciento de los hijos de profesionales, técnicos y similares tenían educación superior, frente al 15 por ciento de los hijos cuyos padres eran trabajadores no cualificados y semi-cualificados. La Formación Profesional es una alternativa para salir al mercado laboral después de finalizar los estudios obligatorios: en Aragón, cerca de 13.000 alumnos se matricularon en ciclos formativos de grado medio y superior en el curso 2007-2008, 1.000 menos que los que se matricularon en Bachillerato. En cuanto a la familia profesional de los ciclos formativos, en los de Grado Medio destacan los relacionados con la Administración y la Electrónica, mientras que los más elegidos por los estudiantes de Grado Superior son Administración y Sanidad. En el caso del Bachillerato, la modalidad elegida mayoritariamente por los estudiantes fue Ciencias sociales, a excepción del País Vasco, donde destacaba Ciencias de la Naturaleza, que es la segunda opción en el resto de Comunidades. Al contrario que los jóvenes nacionales, la población extranjera que estudia tras la educación obligatoria se decanta mayoritariamente por los ciclos formativos. La gran variedad que ofrecen los ciclos formativos y la posibilidad de incorporarse al mercado laboral en menor tiempo son dos motivos que explican que haya descendido un 35 por ciento el número de jóvenes que deciden cursar estudios en la Universidad de Zaragoza en los últimos 10 años. La distribución porcentual de los universitarios por áreas de estudio es similar en todas las comunidades autónomas, siendo Ciencias Sociales y Jurídicas las más demandadas por los estudiantes, seguido de las técnicas; además, exceptuando éstas últimas, las mujeres representan la mayoría de estudiantes en todas las áreas. En Europa, la mayor parte de estudiantes también se decanta por las ciencias sociales y jurídicas; le siguen las carreras de sanidad y asistencia social.
Fuente: heraldodearagon.es/Economía

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