España se queda sola con una tasa de paro del 18,1%, el doble que la UE
Aparte de Bulgaria y Eslovaquia, ningún otro socio ha traspasado nunca ese nivel. En la eurozona, el desempleo golpeó al 8,9% de la población activa en junio.
El ritmo desenfrenado del desempleo se hace sombra a sí mismo. España volvió a romper el molde de la estadística europea en junio, al alcanzar una tasa de paro del 18,1% (dos décimas superior a la que recoge el INE), el doble que la media de los Veintisiete (8,9%). Resta decir que este resultado mantiene al país como líder absoluto del ránking del paro en Europa.
Fruto de su efecto arrastre, la eurozona convive ahora con un nivel de paro del 9,4%, el más elevado de la última década. Si se restase la aportación española, este grupo mantendría niveles de paro bastante honrosos –del entorno del 8,7%–, para el actual contexto recesivo.
Otra de las notas que convierte a España en una rara avis es la rapidez con la que expulsa a los trabajadores del mercado laboral. Entre junio de este año y el de 2008, el número de personas que se quedó en paro creció un 7,1%, mientras en la zona del euro la misma variable avanzó un discreto 1,9%. En el conjunto de los Veintisiete, el repunte fue una décima superior (2%).
Y de los porcentajes, a las cifras contantes y sonantes. Según los datos de Eurostat de junio, en el conjunto de la UE habitan 21,5 millones de parados, y 14,8 millones, en la eurozona, con lo que dos de cada diez desempleados europeos residen en España.
Aunque asusta, esta cascada de cifras se ha convertido en una especie de tradición que Eurostat airea mes a mes. Los expertos alertan de que si a la capacidad nula generadora de puestos de trabajo se une el ritmo estremecedor con el que crece la destrucción de empleo (superior al 7%, en tasa interanual), el mercado español seguirá abonado a almacenar más y más parados.
¿Y qué hay del futuro? La pregunta está en el aire. Tras las frustradas negociaciones del Gobierno con la patronal y los sindicatos para lograr algún tipo de acuerdo sobre empleo, el Ejecutivo ha decidido poner el acento sobre las políticas pasivas. Ya aprobará en agosto un nuevo subsidio de 420 euros, pero el presidente no quiere oír ni hablar de reformas.
Dos de cada tres parados de la Unión Europea habitan en España, según las cifras de Eurostat -->
Zapatero desechó ayer, en una entrevista a New York Times, la posibilidad de flexibilizar el mercado de trabajo, que tiene uno de los costes de despido más altos de la OCDE (puede llegar hasta 128 semanas de salario, según el Banco de España).
Zapatero aboga por generar más «contratos a tiempo parcial», como vía para aligerar las listas del Inem. «La ambición de mi Gobierno es que este país sea innovador, creativo y emprendedor a la vez que mantenga el estado del bienestar», sostuvo el presidente del Ejecutivo.
Mientras el fantasmagórico cambio de modelo productivo entra por la puerta, España sigue en el punto de mira del resto de Europa. Tan sólo Letonia –con un nivel del desempleo del 17,2%–, y Estonia (17%) tienen tasas de paro similares a la suya.
Hay que remontarse a principios de la década para descubrir que sólo dos países –Eslovaquía y Bulgaria, que alcanzaron tasas de paro del 19,3% y el 19,5%, respectivamente– han sobrepasado el nivel de desempleo español.
Para quienes el mercado laboral no es un problema añadido a la crisis económica son Holanda, Austria, Chipre, Eslovaquía o Dinamarca, que mantuvieron en junio tasas de paro por debajo del 6%. En Francia, el paro golpeó al 9,4% de la población activa, mientras que en Reino Unido y Alemania sólo afectó al 7,7% y el 7,5%, respectivamente.
El desempleo se ceba con el 36,5% de los jóvenes«La crisis en España se llama paro», comentaba ayer el responsable de Economía y Hacienda del Partido Popular, Cristóbal Montoro. Pero dentro de la alarmante espiral del desempleo, los que se llevan la peor parte son los menores de 25 años, cuya tasa de paro se situó en junio en el 36,5%. Hace un año, el nivel se situaba en el 24,3%.
Aunque el desempleo juvenil recorre toda Europa, en el conjunto de los Veintisiete, afecta al 19,6% de la población activa, mientras en la eurozona se ceba con 19,5% de los jóvenes en edad de trabajar. La cifra registrada en junio en España supera incluso a la de países como Lituania (31%), Hungría (26,8%) o Estonia (28,2%)
Aparte de Bulgaria y Eslovaquia, ningún otro socio ha traspasado nunca ese nivel. En la eurozona, el desempleo golpeó al 8,9% de la población activa en junio.
El ritmo desenfrenado del desempleo se hace sombra a sí mismo. España volvió a romper el molde de la estadística europea en junio, al alcanzar una tasa de paro del 18,1% (dos décimas superior a la que recoge el INE), el doble que la media de los Veintisiete (8,9%). Resta decir que este resultado mantiene al país como líder absoluto del ránking del paro en Europa.
Fruto de su efecto arrastre, la eurozona convive ahora con un nivel de paro del 9,4%, el más elevado de la última década. Si se restase la aportación española, este grupo mantendría niveles de paro bastante honrosos –del entorno del 8,7%–, para el actual contexto recesivo.
Otra de las notas que convierte a España en una rara avis es la rapidez con la que expulsa a los trabajadores del mercado laboral. Entre junio de este año y el de 2008, el número de personas que se quedó en paro creció un 7,1%, mientras en la zona del euro la misma variable avanzó un discreto 1,9%. En el conjunto de los Veintisiete, el repunte fue una décima superior (2%).
Y de los porcentajes, a las cifras contantes y sonantes. Según los datos de Eurostat de junio, en el conjunto de la UE habitan 21,5 millones de parados, y 14,8 millones, en la eurozona, con lo que dos de cada diez desempleados europeos residen en España.
Aunque asusta, esta cascada de cifras se ha convertido en una especie de tradición que Eurostat airea mes a mes. Los expertos alertan de que si a la capacidad nula generadora de puestos de trabajo se une el ritmo estremecedor con el que crece la destrucción de empleo (superior al 7%, en tasa interanual), el mercado español seguirá abonado a almacenar más y más parados.
¿Y qué hay del futuro? La pregunta está en el aire. Tras las frustradas negociaciones del Gobierno con la patronal y los sindicatos para lograr algún tipo de acuerdo sobre empleo, el Ejecutivo ha decidido poner el acento sobre las políticas pasivas. Ya aprobará en agosto un nuevo subsidio de 420 euros, pero el presidente no quiere oír ni hablar de reformas.
Dos de cada tres parados de la Unión Europea habitan en España, según las cifras de Eurostat -->
Zapatero desechó ayer, en una entrevista a New York Times, la posibilidad de flexibilizar el mercado de trabajo, que tiene uno de los costes de despido más altos de la OCDE (puede llegar hasta 128 semanas de salario, según el Banco de España).
Zapatero aboga por generar más «contratos a tiempo parcial», como vía para aligerar las listas del Inem. «La ambición de mi Gobierno es que este país sea innovador, creativo y emprendedor a la vez que mantenga el estado del bienestar», sostuvo el presidente del Ejecutivo.
Mientras el fantasmagórico cambio de modelo productivo entra por la puerta, España sigue en el punto de mira del resto de Europa. Tan sólo Letonia –con un nivel del desempleo del 17,2%–, y Estonia (17%) tienen tasas de paro similares a la suya.
Hay que remontarse a principios de la década para descubrir que sólo dos países –Eslovaquía y Bulgaria, que alcanzaron tasas de paro del 19,3% y el 19,5%, respectivamente– han sobrepasado el nivel de desempleo español.
Para quienes el mercado laboral no es un problema añadido a la crisis económica son Holanda, Austria, Chipre, Eslovaquía o Dinamarca, que mantuvieron en junio tasas de paro por debajo del 6%. En Francia, el paro golpeó al 9,4% de la población activa, mientras que en Reino Unido y Alemania sólo afectó al 7,7% y el 7,5%, respectivamente.
El desempleo se ceba con el 36,5% de los jóvenes«La crisis en España se llama paro», comentaba ayer el responsable de Economía y Hacienda del Partido Popular, Cristóbal Montoro. Pero dentro de la alarmante espiral del desempleo, los que se llevan la peor parte son los menores de 25 años, cuya tasa de paro se situó en junio en el 36,5%. Hace un año, el nivel se situaba en el 24,3%.
Aunque el desempleo juvenil recorre toda Europa, en el conjunto de los Veintisiete, afecta al 19,6% de la población activa, mientras en la eurozona se ceba con 19,5% de los jóvenes en edad de trabajar. La cifra registrada en junio en España supera incluso a la de países como Lituania (31%), Hungría (26,8%) o Estonia (28,2%)
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